sábado, 17 de diciembre de 2011

Tratamiento para la hemiparesia

La hemiparesia es consecuencia de una daño en una parte del cerebro, la cual es responsable de la coordinación motora. "Hemi" significa que está afectado la mitad del cuerpo, puede ser la mitad derecha o la mitad izquierda. Están afectados la media cara, el brazo, el medio tronco (derecho o izquierdo) y la pierna. La otra mitad del cuerpo quedó totalmente sana y sin compromiso. Generalmente cuando está afectada la mitad derecha, puede haber problemas adicionales con el habla.
La causa en un adulto es una hemorragia en el cerebro, una disminución del flujo sanguíneo en el cerebro (menor cantidad de oxígeno), ó una presión sobre un área cerebral, entre otras. La afección en el medio cuerpo consiste en una disminución del tono muscular o en un aumento del tono muscular (según el paciente).
Todos los casos presentan una disminución de la fuerza muscular y una disminución de la coordinación muscular. Hay casos leves, moderados y severos. La medida a tomar es la Fisioterapia, técnicas espècializadas que van dirigidas a la alteración del tono muscular y de la coordinación motora, y no tanto al fortalecimiento muscular (esto es secundario).
Uno de los objetivos más importantes en la Fisioterapia es incorporar el brazo y la pierna afectada dentro de las destrezas motoras normales. La mejor recuperación se consigue en los primeros 24 meses después de la adquisición de la afección. Nunca se conseguirá la normalidad a menos que se trate de un caso muy leve. La Fisioterapia logra mejorar el estado motor del paciente en forma notable y al mismo tiempo evita su empeoramiento. Al final del proceso de rehabilitación quedará una secuela, mayor o menor, dependiendo del paciente. Generalmente el brazo queda más afectado que la pierna. Todos los pacientes hemipléjicos logran la marcha libre. Sin una Fisioterapia especializada no se tiene expectativas de mejoría.

Atentamente
Sylvia Scheffel, Fisioterapeuta
Especializada en Alteraciones Neurológicas

domingo, 11 de diciembre de 2011

Prevención y normas de higiene postural


¿Quién tiene riesgo de padecer lumbalgia?
Se consideran factores de riesgo de dolor lumbar:
  • Episodio previo de dolor lumbar.
  • Factores ocupacionales, especialmente vibraciones y levantamiento manual de cargas.
  • Factores psicosociales: insatisfacción laboral, tareas desagradables y repetitivas, ambiente laboral, experiencia de dolor crónico que contribuye a sentirse deprimido e incapaz.
  • Condiciones físicas. El ejercicio aeróbico (caminar, bicicleta, etc.) tiene un efecto beneficioso.
  • Estilo y hábitos de vida: tabaco, obesidad.

Prevención y normas de higiene postural
A veces el dolor de espalda aparece por sobrecarga de la misma debido a posturas inadecuadas mantenidas, movimientos inadecuados durante el trabajo, debilidad muscular, etc.                                  
El paciente debe aprender a cuidar su espalda para disminuir el dolor y evitar recurrencias. Para ello son fundamentales la realización de ejercicio y las normas de higiene postural.




Consejos y recomendaciones
  • El dolor lumbar agudo es un cuadro frecuente y, en la mayoría de las ocasiones, de buen pronóstico. Ante un episodio inicial sólo es necesario realizar tratamiento para aliviar los síntomas.
  • Se deben evitar períodos prolongados de reposo que llevan a un desacondicionamiento físico y psicosocial que empeora el pronóstico.
  • No es lo mismo dolor lumbar que incapacidad por dolor lumbar. La incapacidad no está relacionada con la severidad o duración del dolor inicial.
  • Es necesario involucrarse de forma activa en el tratamiento del dolor lumbar. La práctica de ejercicio aeróbico y las normas de higiene postural ayudan a prevenir nuevos episodios.